100 años después de su fallecimiento, en 2020 Madrid se volcó en celebrar el año de Galdós. Un escritor que, a pesar de haber nacido en Las Palmas de Gran Canaria, ha estado vinculado como pocos a la literatura madrileña, hasta el punto de que Valle-Inclán decía que sus novelas “olían mucho a cocido”, haciendo gala al famoso plato castizo, lo que le ganó el apodo de “garbancero”. 101. El autor de los Episodios Nacionales, una colección de 46 novelas que narran la historia del siglo XIX en España, vino a la capital con 19 años para estudiar en la Universidad Central, pero su verdadera escuela fueron los cafés de la Puerta del Sol, el Teatro Real, al que acudía con frecuencia, y los tranvías donde se mezclaban el pueblo y los señores. Novelas como Fortunata y Jacinta o Misericordia son retratos transversales de la ciudad, en los que aparecen tanto los barrios más acomodados como la creciente periferia metropolitana.
Y es gracias al aniversario de esta efeméride que tenemos más herramientas que nunca para descubrir la figura de Benito Pérez Galdós, su literatura y su Madrid, la ciudad que lo conquistó y que tan bien vemos reflejada en su obra.
El punto de partida perfecto para empezar a explorar el Madrid galdosiano es el mapa ilustrado publicado de forma totalmente gratuita por el área de cultura del Ayuntamiento de Madrid, que nos muestra, a través de las calles y monumentos de La Latina y el Barrio de las Letras, cada uno de los pasos del escritor canario. Desde sus primeras pensiones recién llegado a la ciudad, los teatros donde representó sus célebres obras y la RAE, al cortejo fúnebre que llevó su cuerpo al Cementerio de la Almudena, al que acudieron más de 20.000 madrileños para despedirle en una época en que la mitad de la población era analfabeta.
Además de una guía completa del Madrid galdosiano publicada por la Comunidad de Madrid con fotografías, mapas y rutas para exprimir al máximo la ciudad de Benito.
Por último, si lo que nos gustan son los planes diferentes y culturetas, el Museo de Historia de Madrid nos tiene preparada una exposición pionera en el mundo audiovisual que nos permite recrear e imaginar un Madrid que, anclado aún en la tradición, despertaba a la modernidad y al progreso, aquel del que Galdós fue testigo visual y emocional.
El alumbrado, la llegada del agua corriente, el ferrocarril, los tranvías, la construcción del Ensanche, la mejora de las plazas o los nuevos materiales que dieron lugar a otras formas de hacer arquitectura son solo unos cuantos ejemplos de lo que esta exposición nos revela. Un Madrid del que Galdós fue testigo en primera persona y sin el que no podríamos entender su obra.
Y tú, ¿sabías que el año 2020 había sido el año de Galdós? ¿Has aprovechado para conocer algo más de su obra y su trayectoria?