Madrid en un día: ruta a pie para exprimir la ciudad en 24 horas
Sabemos que un solo día no es suficiente para conocer Madrid como se merece, pero si estás de paso o haciendo una escala, ¡aún puedes vivir una buena dosis de su encanto!
Antes de empezar
Este recorrido está pensado para descubrir la esencia de la ciudad caminando, disfrutando de sus calles, plazas y monumentos más representativos. Así que ya sabes: calzado cómodo, botella de agua… ¡y a callejear! 🚶♀️🚶♂️
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Y, ahora sí, ¡vamos a ello!
🗺️ Ruta paso a paso
1. Puerta de Alcalá y Parque de El Retiro
Empezamos fuerte por la mañana, frente a uno de los iconos más fotografiados de Madrid: la Puerta de Alcalá. Desde aquí, entra en el Parque de El Retiro, un auténtico oasis en plena ciudad. No te pierdas el Estanque Grande, con sus barquitas y el monumento a Alfonso XII, ni el precioso Palacio de Cristal, una joya de hierro y cristal rodeada de árboles y tranquilidad.
2. Bajando por la calle de Alcalá
Sal del Retiro por la misma Puerta de Alcalá y baja por la calle Alcalá. En pocos minutos llegarás a la fuente de Cibeles, otro de los grandes símbolos de la ciudad. Aquí puedes admirar el imponente edificio del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento, con acceso gratuito a su interior, un montón de exposiciones (que puedes ver aquí) y una azotea ideal para tomar algo con vistas. Justo enfrente está el histórico Banco de España.
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3. Metros de arquitectura icónica
Continúa por la calle Alcalá y prepárate para disfrutar de una de las vistas más impresionantes del centro: el Edificio Metrópolis, con su cúpula negra y dorada marcando el nacimiento de la Gran Vía. Si te apetece, puedes desviarte unos minutos para ver esta emblemática avenida, el edificio que asoma al fondo es el Edificio Telefónica. Junto a ti, tienes el Círculo de Bellas Artes, con una azotea con vistas espectaculares.
4. Galerías Canalejas, Casino de Madrid y Puerta del Sol
A mitad de camino te esperan las elegantes Galerías Canalejas y la histórica fachada del Casino de Madrid, una muestra del lujo y la arquitectura de principios del siglo XX. Poco después llegarás a la Puerta del Sol, el corazón palpitante de Madrid. Aquí no puedes dejar de ver el kilómetro 0, la Real Casa de Correos, la estatua del Oso y el Madroño y el famoso cartel del Tío Pepe.
5. Parada para comer: bocata de calamares y ambiente castizo
Después de tanta caminata, toca reponer fuerzas. Desde Sol, nos dirigimos a la Plaza Mayor, una de las plazas más bonitas y representativas de Madrid. Antiguo mercado y escenario de eventos históricos, hoy es un lugar ideal para probar uno de los clásicos madrileños: el bocadillo de calamares. Hay varios bares alrededor donde lo preparan al momento y con pan crujiente.
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6. Mercado de San Miguel y café con encanto
Tras la comida, salimos por el arco de la plaza hacia la cercana calle Mayor y entramos en el Mercado de San Miguel, un mercado gourmet donde también puedes picar algo o simplemente curiosear los puestos. Las terrazas que lo rodean son perfectas para tomarse un café y descansar un poco mientras ves pasar la vida madrileña.
7. Calle Mayor hacia el Madrid más histórico
Seguimos bajando la calle Mayor hasta llegar a la Plaza de la Villa, una pequeña joya del Madrid de los Austrias que aún conserva su trazado medieval. Aquí estuvo el antiguo Ayuntamiento y el ambiente es tranquilo y encantador.
Unos pasos más y llegarás a la imponente Catedral de la Almudena, que puedes visitar gratuitamente (aunque se agradece una pequeña donación). Su interior moderno contrasta con su exterior neoclásico, y si tienes tiempo, puedes subir a la cúpula.
8. Palacio Real y Plaza de Oriente
Frente a la catedral se abre la espectacular Plaza de Oriente, con vistas al Palacio Real, una de las residencias reales más grandes de Europa. Aunque no entres, merece la pena pasear por los jardines y contemplar la majestuosidad del edificio.
9. Hacia el atardecer: Plaza de España y Templo de Debod
Desde aquí, sigue recto por la calle peatonal que bordea los jardines de Sabatini hasta llegar a la renovada Plaza de España. A pocos metros, te espera el Templo de Debod, un auténtico templo egipcio regalado a España en los años 60. Es el broche de oro para terminar el día: su ubicación elevada lo convierte en uno de los mejores miradores de Madrid, ideal para ver cómo el sol se pone sobre la Casa de Campo y las montañas del oeste.