La antigua casa del artista valenciano acoge en pleno corazón del barrio de Chamberí la mayor colección de este artista. Fue fundado tras la petición de su mujer, que en 1925 puso en su testamento que legaría los fondos necesarios para la creación de este museo en honor a su marido. Con el tiempo se ha acabado convirtiendo en un imprescindible de la oferta museística de Madrid y el mejor lugar para contemplar el talento de este pintor que tan bien reflejaba la luz del Mediterráneo.